Cómo es el hombre Acuario

Los nativos del signo del Aguador siguen el destino de su símbolo. Y es que el acuariano se sabe desde muy joven llamado a agitar las aguas, a permitir que el cambio se genere. Entre los grandes pensadores y revolucionarios siempre han existido hombres del signo de Acuario, que no se han dejado avasallar por el sino de sus tiempos, y lejos de han se han esforzado en cambiar su momento, en abrevar el terreno para que otros pueden sembrar y cosechar. El Acuario no piensa sólo en sí mismo y en su presente: tiene una consciencia cósmica de lo que vendrá y de cómo modificar ese futuro de la mejor manera posible. Son indiscutibles agentes del cambio.

Los nativos del signo de Acuario son conscientes, como ningún otro signo, de las complejidades del tiempo y de la vida, de los resortes que nos mueven y de las causas a las que nos debemos, de aquello en lo que debemos insistir. Acuario cree que hay una manera de cambiar el mundo: la acción personal, la divina locura de cada uno, el impulso que nos lleva al otro lado del abismo de un salto perfecto. Para los Acuario no hay ni habrá imposibles.

En el amor, los nativos de Acuario son personas desinhibidas, que centran el afecto en lo físico, lo que les convierte en uno de los mejores amantes del horóscopo. Para estos hombres cuerpo y espíritu conviven muy de cerca, y les parece imposible tener una aventura sin comprometer los sentimientos. Aman con cuerpo y alma y cuando permiten que otra persona se acerque a ellos, la hacen parte de su aventura vital. Para los hombres de Acuario, los miembros de una pareja deben compartir el mismo destino, y de esa manera viven: comparten la cama, el pan y el vino como si en lugar de alimentar a dos, lo hicieran con una sola alma.

Para los hombres Acuario el crecimiento nunca cesa, y cuando tienen familia, la asumen como una nueva parte de sí mismos. Ven a su pareja y a sus hijos como extensiones de sus vidas, y jamás se permiten apartarse de ellas. Por ello mismo, se concentran en la educación de ss hijos con enorme empeño. Les obsesiona que los pequeños reciban toda la instrucción necesaria para que desarrollen su potencial y lleguen a buen puerto, como seres humanos integrales, felices de afrontar los retos que les depare el futuro.

En el trabajo hay que tomar precauciones con los hombres Acuario, pues suelen ser dispersos y poco dados a tareas repetitivas o pesadas rutinas. No hay que endilgarles tareas sin imaginación. Lo suyo es el impulso que saben dar a los demás: ahí donde puedan elevar el ánimo de las personas a su carga y guiarlas para desarrollar todo su potencial, ahí darán un mejor servicio los Acuario.

Si quieres un cambio en tu vida, sin duda debe acercarte al amparo de un Acuario.